Una sala de recreo, un lugar para apartarse a la tranquilidad, una habitación para los huéspedes… Cualquiera de esas funciones puede tener esta estructura colocada en el jardín de esta casa de San Antonio (Texas). Lo más sorprendente es que se hizo transformando un contenedor de carga de 40 pies.
Pintado en azul oscuro, el contenedor fue alterado para utilizarse como un cobertizo de jardín con una sala de estar. Descansa sobre una base de postes telefónicos reciclados, y tiene características verdes envidiables, como una fantástica cubierta ajardinada, recogida de aguas pluviales, y acabados ecológicos. Sus ventanas son amplias -de suelo a techo-, con puertas de acceso correderas, dispone de calefacción y aire acondicionado, además de suelos de bambú. Hay un aseo con pequeño lavabo, ducha, e inodoro de compostaje. Las aguas grises se reciclan para el riego del jardín.
Es un proyecto del arquitecto Jim Poteet.
La cubierta vegetal es un punto de cara al acondicionamiento del contenedor, me pregunto qué sería de los moradores sin el verde y el AA