Desde aquellas primeras impresoras 3D que utilizaban folios de papel como material base, hasta las que sirven para construir una casa (con hormigón), la tecnología de impresión ha evolucionado bastante. La limitación ha estado siempre en el tamaño máximo del objeto que dicha máquina era capaz de crear.
En el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña rompieron esa barrera, utilizando robots Minibuildes para construir grandes estructuras. Utilizan un proceso que está dividido en 4 fases, empleando tres tipos diferentes de mecanismos. En cada una de las fases hay un robot proveedor que se encarga de alimentar de material (a través de un tubo flexible) a los robots que imprimen.
Descripción del proceso
- Base. Uno o varios robots ‘foundation‘ imprimen las 20 primeras capas de la estructura. Se mueven por una trayectoria previamente definida.
- Muros. Los robots «grip» se colocan sobre la base para continuar aportando capas. De esa manera se construyen las paredes de la estructura, las cuales no tienen por qué ser verticales.
- Techos. Como el agarre de los robots es lo suficientemente fuerte, y el curado del material bastante rápido, es posible realizar una impresión en horizontal para crear techos, dejando incluso huecos para ventanas, lucernarios, y puertas.
- Refuerzo. Con el fin de hacer más resistente toda la estructura, entra en funcionamiento el robot «vacuum«. Se adhiere a ella para imprimir una capa adicional, con trazos que no tienen por qué ser paralelos entre sí. Estos robots tienen capacidad para desplazarse por cualquier parte de la superficie, tenga la inclinación que tenga.
En el siguiente vídeo, a partir del minuto 2:30, se ilustra perfectamente todo este proceso.
Más información en la web del IAAC.