La Casa Moon fue construida en Costa Rica (región de Ojochal), en un área boscosa con vistas al mar. El cliente tenía una familia que quería vivir en un ambiente saludable y que funcionara de la manera más eficiente posible. Por ese motivo su diseño está enfocado para que tuviera un buen comportamiento solar pasivo. Esta casa funciona como un organismo vivo que interactúa con las variables del entorno.
Casa Moon
El proyecto está formado por tres volúmenes o bulbos. Dos de ellos están ocupados por las funciones de vida, y el tercero es el que contiene a los dormitorios. Todos tienen una estructura creada por arcos de acero. Están cubiertos por una lámina de policarbonato (multicelda de 16mm de espesor) en el lado norte. Y por una lámina termopanel en la parte más soleada. La intención es la de permitir la mayor entrada de luz natural posible, pero también la de frenar el calor producido por la radiación solar.
La organización de la vivienda sigue un orden lógico, con dos dormitorios en la planta baja, y el principal situado en la planta superior. Pero echamos de menos esos pequeños espacios (almacenamiento, despensa, instalaciones…) que sirven de apoyo a las habitaciones más importantes. La mayor duda la encontramos en los techos tan altos que tienen la cocina y el comedor, perdiéndose por completo en esa escala.
Dentro de la Casa Moon se consigue crear un flujo de aire fresco constante que mantiene una temperatura adecuada. Se beneficia en gran medida por unas láminas de agua sitiadas en el exterior e interior, y por la orientación que se le ha dado al edificio.
Los huecos de ventilación fijos (con rejilla) están en las fachadas norte y sur, mientras que al este y oeste se han dispuesto unas aberturas más amplias que proporcionan una ventilación extra cuando sea necesario. Con estas estrategias se logra que el espacio interior se mantenga a una temperatura de 24ºC y un 66% de humedad relativa.
El proyecto de esta vivienda fue realizado por el estudio RoblesArq (flash). Fotos de Andrés García Lachner.
