Este refugio se creó con la intención de construir una casa en el campo que fuera tan hermosa como la paisaje donde se iba a posar. Se quería imitar al máximo la naturaleza, por lo que era evidente que no debía tener línea recta alguna. Por ese motivos las superficies planas tendrían que ser las justas. Y es que este Hus-1 realmente parece que ha nacido de la tierra. Es un refugio complejo, mire por donde se mire, con superficies de varias curvaturas. Esto sucede tanto por dentro como por fuera, y por supuesto con diferentes niveles en su interior.
En sus 25m2 de superficie se ha distribuido una zona de trabajo, cocina, y dormitorio (en un habitáculo claustrofóbico). También se diseñó gran parte del mobiliario. Es un refugio hecho principalmente con madera de fresno, abeto, y álamo, pero con la parte frontal de acceso completamente vidriada. Está construido de forma respetuosa con el medio ambiente, y sin cimentación alguna que altere el terreno.
El siguiente vídeo está grabado desde uno de esos pequeños drones controlados desde tierra. Las secuencias de todos los vuelos que hace nos da una idea de la forma, tamaño, y textura que tiene este refugio tan singular. En sus 11 minutos da tiempo hasta de disfrutar de la campiña sueca.
El refugio HUS-1 fue realizado los arquitectos Torsten Ottesjö. Fotos de David Jackson Relan.