Más tarde o más temprano, esto tendría que pasar: la tecnología llegó al cubo de la basura, y se llama QUBE. Se trata de un cubo inteligente pensado para hacer más divertido el reciclaje doméstico, pero también para crear más ‘conciencia ecológica’.
Ojo, esto no es un cubo para hacer compost con los residuos orgánicos. Simplemente es un cubo especial para la basura, que nos ayuda a reciclar. Está equipado con tecnología para proporcionarnos datos sobre los residuos que vaciemos en él, ya sean orgánicos, vidrio, latas y envases de plástico,… Por eso tiene varios compartimentos (pueden ser dos o tres).
¿Qué tiene el cubo inteligente QUBE?
En este invento se ha cuidado mucho su diseño. Viene cargado de tecnología, es sostenible, y añade funciones hasta ahora inéditas en el cubo de la basura.
Es un producto fácil de usar, que incluye un dispensador de bolsas, evita los malos olores, y está disponible en varios acabados. Vamos, que fácilmente encajará con el diseño de nuestra cocina. Pero lo mejor de QUBE está sin duda en la tecnología incorporada, que proporciona información a través de su pantalla de 4.3 pulgadas, o mediante su APP.
QUBE viene preparado para estar conectado a la red, mediante USB y Wi-Fi. Incluye 4 indicadores LED, sensores de peso, de temperatura, de humedad, de presencia, y lector de etiquetas RFID. Todo este hardware está alimentado por una batería recargable extraíble, que tiene una autonomía estimada de 4 semanas.
A continuación algunas características destacables:
- Según nuestro estilo de vida, así será la variedad de nuestros desechos. Por eso es posible tener un modelo de 2, o de 3 compartimentos, para separar la basura.
- Es realmente cómodo de utilizar. Gracias a un sensor colocado en la tapa, solo tenemos que pasar la mano por encima de ella para que se levante. Si necesitamos que quede abierta por más tiempo, tiene una posición en la que se queda bloqueada.
- En la parte interior de su tapadera, lleva un compartimento para la pastilla de Cleanbin. Es un aromatizante hecho con productos naturales, capaz de absorber malos olores, y que además desinfecta.
- Las bolsas de basura se guardan dentro de QUBE. Se introducen los rollos por dos compartimentos traseros, y se extraen desde dentro del cubo. Se hace cuando se levanta la tapa, a través de sus rendijas azules.
- Todos los elementos de este cubo inteligente de basura han sido diseñados para consumir el mínimo de energía posible, pero también para ser fácilmente reciclados o reutilizados.
La aplicación desarrollada para este aparato proporciona información sobre nuestro reciclaje. Por ejemplo la cantidad de residuos que producimos, e incluso la de CO2 que estamos evitando que acabe en la atmósfera. Esos datos pueden compararse con los de otros usuarios, e incluso servir para desarrollar programas de incentivos.
Gracias a sus sensores, sabremos cuándo está el cubo lleno de basura. También cuándo sería más conveniente deshacernos de ella, teniendo en cuenta las condiciones ambientales locales. Es posible establecer notificaciones para que se nos avise de ello, como por ejemplo cuando la temperatura interior del cubo ha superado cierto nivel; o cuando no ha detectado ninguna presencia durante cierto tiempo, etc.
No hemos encontrado información que explique de qué tipo de residuos tenemos que introducir a mano la información. Tampoco si el lector de etiquetas RFID solo está ahí para saber las bolsas de basura que quedan en el compartimento, o si también lee las de los envases que dejamos en cada uno de los cubos de reciclaje (debería de ser así). No está muy claro si hay un sensor de peso para cada recipiente (sería lo lógico).
Es cierto que mucha de la tecnología que utilizamos hoy día no existía apenas hace una década. Pero nos hemos acostumbrado a ella de tal manera, que ahora resulta imprescindible. ¿Ocurrirá eso con QUBE? ¿Despertará una nueva necesidad en la gente? El tiempo dirá si realmente este cubo inteligente aportaba o no algo de valor.
Había más información sobre este cubo inteligente en la web oficial de QUBE (smart-qube.com), pero desapareció.
