La carrera por conseguir celdas solares cada vez más eficientes sigue su marcha. En esta ocasión el avance llegó desde los laboratorios del MIT. Allí unos científicos, liderados por el profesor Jeffrey Grossman, crearon una celda solar cientos de veces más potente (por unidad de peso) que las existentes por aquel entonces. Este prototipo se hizo con láminas fotovoltaicas de una molécula de espesor.

El enfoque es nuevo, ya que se trataba de conseguir la máxima energía con un material. Tanto el disulfuro de molibdeno, el diseleniuro de molibdeno, el grafeno, y otros muchos, son válidos para este estudio. Son materiales muy resistentes que pueden soportar condiciones extremas de luz ultravioleta, humedad, y que además son estables al aire. Cada capa tiene una eficiencia del 1-2%, pero apilando muchas de ellas es posible multiplicar su potencia. Teniendo en cuenta que estos prototipos pueden ser unas 20-50 veces más finas que las células solares más delgadas, resulta fácil imaginar la cantidad de energía que se podría capturar:
Libra por libra, estas nuevas celdas solares producen unas 1.000 veces más energía que la fotovoltaica convencional«, explicaba el profesor Marco Bernardi.
Por ahora esta tipología solar no puede producirse a gran escala, debido a la naturaleza de los materiales empleados. Si se consigue vencer ese obstáculo, el futuro es bastante prometedor ya que la materia prima es barata.
Más información en el artículo del MIT.