La implantación de la energía solar tiene que superar diferentes retos. Uno de ellos tiene que ver con la degradación y recalentamiento de los materiales que capturan la luz. Eso hace que se reduzca su competitividad frente a otras fuentes de energías renovables (eólica, hidráulica,…). Pero unos investigadores de la Bowling Green State University, dirigidos por el doctor Mikhail Zamkov, podrían cambiar esa tendencia. Desarrollaron una tecnología para producir un panel solar con capacidad fotovoltaica y fotocatalítica. Esto significa que además de generar electricidad durante el día, dicha instalación también podría producir hidrógeno para alimentar una pila de combustible.
Este logro se alcanzó mediante dos nanocristales inorgánicos, más duraderos que las moléculas orgánicas de los sistemas solares equivalentes. Esos nanocristales se cargan por separado de diferentes maneras (debido a su arquitectura). El primero de ellos tiene forma de varilla, permitiendo la separación de la carga necesaria para producir hidrógeno (fotocatálisis). El segundo nanocristal está compuesto por capas apiladas, y genera electricidad (reacción fotovoltaica).
Según los científicos, además de duradera, esta combinación también es más resistente, comparada con las moléculas orgánicas, las cuales se degradan por el calor y la radiación UV. Este nuevo método de fabricación de materiales fotocatalíticos y fotovoltaicos permitirá la producción de láminas fotovoltaicas 100% inorgánicas. Entonces se producirán paneles solares más estables y duraderos.
Más información en JoVE (The Journal of Visualized Experiments).