Kebony se crea como una alternativa sostenible a la madera de las regiones tropicales. Este material se consigue utilizando líquidos de residuos biológicos. El resultado es una madera que se parece a las variedades tropicales de teca, ipe, caoba…. Es una madera oscura, y si no se trata adquiere con el tiempo una pátina gris. Probablemente la mayor ventaja de la kebonización sea la resistencia a la intemperie y al desgaste. Eso se consigue sin emplear ninguno de los métodos tradicionales de impregnación.
¿En qué consiste la kebonización?
Tradicionalmente se han venido empleando varios métodos para tratar la madera, todos ellos alterando la estructura de las paredes celulares. Pero Kebony lo hace creando estables polímeros de furano, consiguiendo con ello aumentar la estabilidad dimensional, la durabilidad, y la dureza de la madera. En la primera fase del proceso se utiliza alcohol furfurílico procedente de residuos de cultivos agrícolas. Por tanto Kebony utiliza un derivado de plantas para dar una mayor fuerza y durabilidad a otro producto vegetal, la madera.
El nivel requerido de polímero en la madera se logra mediante un segundo proceso: el de impregnación propiamente dicha; pero hay que tener presente que el éxito solo se alcanza con determinadas especies de madera. La tercera fase de la kebonización es el curado y secado, que consiste en calentar la madera para que se produzca la polimerización. Luego hay que dejarla secar para poder empaquetarla.
La madera Kebony es un poco más cara que la madera tratada, pero durará aproximadamente tres veces más. Y por supuesto es más barata que la auténtica madera tropical. Es ante todo un estupendo material ecológico de revestimiento con certificación, disponible en gran número de formatos.
Más información sobre la madera Kebony: en su web oficial.