Por lo visto hay una manera de producir energía fotovoltaica sin necesidad de la luz del sol. Resulta bastante raro, pero lo consiguieron en el MIT. El sistema funciona gracias al calor, ya sea por los rayos del sol, un hidrocarburante, un radioisótopo en descomposición, o cualquier otra fuente… Se produce a través de un material con millones de nano-huecos que ayudan a convertir ese calor en luz. Luego genera electricidad de manera fotovoltaica. Lo mejor de todo es que es más eficiente que otros sistemas parecidos anteriores.
En el MIT lo probaron construyendo un modelo del tamaño de un botón, lo llaman generador de energía micro-TPV. Funciona con gas butano, y parece tener una duración tres veces mayor que una batería de ion-litio del mismo tamaño. También experimentaron con otro dispositivo que funciona a partir del calor producido por la desintegración radiactiva. Es capaz de producir electricidad durante 30 años sin ningún tipo de mantenimiento (largos viajes espaciales?). Pero llegados a este punto, nos gustaría que algún ingeniero experto en la materia explicara qué ventajas tiene esto respecto a una central nuclear.
Más información en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Fotos: Justin Knight.