
Un problema común en ciertos entornos rurales que precisan de mano de obra para la recolecta agrícola está en el alojamiento, ya que suelen ser áreas apartadas en las que trabaja gente venida de lejos. La XXII edición de los Premios Habitàcola tenía en esta ocasión como tema el diseño de un módulo de alojamiento temporal, y el proyecto ganador sorprende por la economía de la idea, su integración con el paisaje, y su alto grado de sostenibilidad.
Con el lema en catalán “Acollir en caixa” (“Acoger en caja”), la propuesta utiliza en el diseño la madera de las propias cajas de fruta, para componer mediante módulos unas habitaciones austeras, con espacios comunes para cocinar, comer, lavarse y relacionarse. El resultado es un complejo articulado según los módulos de dormitorio, baño, cocina-comedor-estar, y estancia neutra polivalente. Con ello se tienen cubiertas las necesidades mínimas de confortabilidad, intimidad y sociales de los trabajadores.

Este tipo de construcción se alimenta de la arquitectura prefabricada, y emplea materiales locales, naturales, y reciclados/reciclables, donde la reutilización y fácil montaje son factores muy a tener en cuenta. En apenas 1 hora y media, cuatro personas son capaces de montar cada unos de los módulos dormitorio (1.510€); terminada la temporada, todo puede ser desmontado, trasladado y vuelto a montar en otra ubicación, o almacenado para el año siguiente.


Entrando en detalle, los paneles que forman los cerramientos utilizan el corcho encerado para dar mayor aislamiento y aportar impermeabilidad, con una cámara de aire, y otra de aislante de lana compactada. En el lado interior, el acabado es de madera contrachapada con una imprimación de aceites naturales. Arriba, una cubierta vegetal sirve de aislamiento natural y ayuda a su integración en el paisaje, aunque creemos que no es una solución apropiada para una arquitectura tan efímera como ésta, más que nada porque estos ‘jardines’ no se podrían almacenar en naves hasta la temporada siguiente, habría que hacerlo en otro lugar.
Otros aspectos sostenibles a tener en cuenta
Los módulos de este alojamiento temporal incorporan todos los sistemas para garantizar una vida saludable a sus ocupantes, tomando especial atención a la sostenibilidad, por eso, además de las características verdes utilizadas para su construcción, se colocan bajo los módulos de las cocinas unos depósitos de agua potable, y se reutiliza para el riego el agua que proviene de las duchas y del lavado de ropa. Los inodoros empleados son “secos” (sistema Lowatt) y neutros a los olores, y hay unidades biodigestoras cerradas en las que el material orgánico fermenta, produciendo biogas que puede ser utilizado en los fogones de la cocina.

¿Qué son los premios Habitàcola?
Los Premios Habitàcola son un concurso dirigido a estudiantes, cuyo objetivo es el de difundir la creatividad, el compromiso con la sociedad y la profesionalidad entre empresas, los organismos y la población en general, ayudando y promoviendo nuevas iniciativas, planteamientos y los nuevos talentos. La temática escogida en cada certamen siempre ha ido encaminada a aspectos relevantes para la sociedad, que aborde retos muy actuales. De esta manera, la organización Arquinfad sirve de ayuda a los estudiantes, a la vez que los introduce en el mundo profesional y de empresa.
Trestrastos son Julia García, Judit Bustos y Mercè Grané, tres diseñadoras de Barcelona que se conocieron durante sus estudios superiores de Diseño de Interiores, y que tras ganar este premio han decidido formalizarse como equipo con ese nombre. Ellas destacan de sus proyectos “su aire divertido, fresco y soñador“, esperemos que pronto nos vuelvan a sorprender con otro de sus proyectos.
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