
Cuando un pino de 40 años se cayó en el jardín de una casa de Brentwood (Los Ángeles), su dueño, un amante del arte y filántropo, decidió rendirle homenaje al ver que el árbol revivió y siguió creciendo aunque fuera en posición horizontal, así que incorporó 16m2 de oficina/casa para huéspedes allí. Este proyecto único está situado al lado de este pino en la parte trasera de la finca, a 3.65 metros por encima de él, ofreciendo vistas a la ciudad.
La estructura se planteó como si se tratara de un refugio en un árbol, como no lo había, se creó con soportes circulares inclinados de acero, de tal manera que el espacio habitable quedara atravesado por ellos. El acceso al complejo refugio se hace mediante una escalera de hormigón armado adosada a un muro de contención.


La casa árbol ofrece muchas comodidades a los invitados temporales, como un sofá-cama, escritorio, lavabo, inodoro, pequeña nevera y horno microondas. Los materiales elegidos juegan un papel importante tanto dentro como fuera. Las columnas son de acero (tipo 316). El suelo y las paredes están revestidos de madera de nogal, mientras que las ventanas son de caoba.


La cubierta tipo mariposa queda ligeramente por encima del volumen del refugio, pareciendo flotar. En un rincón de la escalera de acceso hay situada una ducha al aire libre debidamente arropada por los muros de hormigón dotándola de privacidad.

Un proyecto diseñado por Rockefeller Partners Architects. Fotos de Eric Staudenmaier. Visto en dwell.
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