Fue publicarse las imágenes, y todos los blogs de arquitectura más importantes escribieron sobre la torre de 116 metros en Rødovre, en la periferia de Copenhague. Salió de un concurso, ganado por el equipo de arquitectos MVRDV y los daneses ADEPT. En principio, la originalidad de esta Sky Village consiste en configurar un volumen «desordenado». Está compuesto a partir de multitud de módulos o píxeles (según los autores) de 7.8 x 7.8 metros. Esto permite alojar en sus 22.000m2 oficinas, tiendas, apartamentos y un hotel (lo habitual). Pero ese desorden tiene un atrevimiento: desafiar la gravedad.
Descripción del rascacielos Sky Village
Se liberan gran cantidad de módulos en su base, con la idea de dejar más espacio público. Esto hace que el conjunto total se presente como una «nube» sin ninguna simetría por ningún eje. También hace que cada planta sea totalmente diferente al resto. Algunos módulos se pueden abrir para agruparlos con otros, y así crear oficinas más espaciosas, habitaciones de hotel…, o incluso apartamentos de dos módulos en altura, etc…
Hasta aquí no hay más misterio que el de saber cómo será la estructura que haga que este desorden se mantenga en equilibrio. Es de suponer que sea metálica y con importantes vigas. Pero lo que hace que este proyecto parezca increíble (difícil de creer en su sentido más literal) es la adaptabilidad y flexibilidad que cuentan sus autores. De manera resumida, explican que estas unidades o píxeles pueden apilarse para crear diferentes configuraciones y permitir así cambios estructurales según la demanda del mercado. O lo que es lo mismo, que si un comerciante necesita más espacio para su negocio, puede añadirle un módulo más.
Un proyecto interminable…, y cuestionable
Esta característica cambiante de la torre Sky Village plantea muchas preguntas. Legalmente un añadido así implicaría un recálculo de toda su estructura, presentando ante las autoridades locales competentes la documentación técnica apropiada, y cada una de las veces en las que se produzca una alteración. Sobre las instalaciones también caben más dudas, por ejemplo con la red de saneamiento para aquellos módulos que están más volados. También se dice que el edificio contaría con reciclado de aguas grises (¿qué ocurre con las negras?). Sería por tanto un edificio vivo que necesitaría de control técnico al más alto nivel para cada una de sus modificaciones. Con esto, MVRDV podría haber creado un nuevo modelo de negocio arquitectónico: el proyecto sin fin.
Por último, hay que añadir que resulta bastante inquietante ver, en los diversos renders de este rascacielos, las terrazas ajardinadas con esos árboles sobre unos pisos o forjados de espesor convencional!.
Fotos y dibujos de la web de ADEPT original, ese sitio más tarde desapareció.
Buenos días!,como arquitecto me pregunto tanta creatividad gastada en el materialismo humano ,y niguna solución para crear una calidad de vida aceptable a tanta gente necesitada.!
Asi es el dinero hno , bienvenido al planeta tierra