La compañía FlexibleLove está detrás de esta silla flexible, fabricada con papel Kraft 100% reciclable, y panel de fibra de madera recuperada. Es por tanto un mueble ecológico, resistente, que se adapta a las circunstacias, pudiéndose alargar para dar asiento a varias personas. Luego se comprime, y ocupa muy poco espacio. Es resistente al agua, pero hay que evitar mojarlo.
Wolfgang es un banco de teclas. Es un mueble sostenible, fabricado de abedul, recubierto con más de 2.000 teclas recuperadas de teclados de ordenador. Sobre la madera se pegó un soporte reticular que sirve de base a las teclas, siguiendo la superficie alabeada del banco. Cada tecla se hunde, y hace clic.
Los diseñadores de la firma OYO crearon un modelo de lámpara de disquetes, recuperando antiguos floppy disks de 1,44Mb de capacidad. Es una lámpara colgante ecológica. Está hecha con un total de 48 discos, paneles de plexiglás transparente, cables, y poco más. El resultado se hace aún más sostenible si se completa con una bombilla de tecnología LED.
El artista chileno Rodrigo Alonso creó 100%, un taburete de plástico reciclado. Se fabrica mezclando plástico de baja densidad con desecho electrónico. El material base surge de la basura procedente de aparatos inservibles. Se tritura y se mezcla con el plástico recuperado, luego se emplea la técnica de rotomoldeado para darle forma el objeto.
Claudio Milito y Jan Puylaert crearon el plástico reciclado ecopixel®. Es una nueva manera de reciclar el polietileno de baja densidad. Ecopixel es LDPE puro, que se fabrica fundiendo el plástico a temperaturas relativamente bajas. Se puede reciclar. Este nuevo material se distingue por su aspecto moteado. Hay versiones Open Skin.