El arquitecto Dimo Ivanov ha ideado una estructura vertical sostenible, inspirada en la sociedad basada en recursos que promueve el ingeniero Jacque Fresco. Se trata de un rascacielos flotante de 520 metros de altura, con 260 sumergidos en el fondo marino. Posee un uso mixto para el alojamiento, investigación y educación de una comunidad de 500 miembros.