Es curioso ver entre tanta casa prefabricada y de terminación profesional, una vivienda de escasa huella de carbono como la que mostramos aquí. Está hecha casi con lo que se tiene a mano, por la propia familia que la habita, empleando madera, adobe, paja, ventanas recicladas…. La construcción se ubica en el suroeste de Gales. Es Roundhouse, y se convirtió en un símbolo de los derechos para los natural builders en el Reino Unido.
Se construyó en el año 1997 por Tony Wrench, y cuenta con energía solar, un aerogenerador, inodoro de compostaje, y tratamiento de aguas grises. Desde el exterior, llama la atención su cubierta verde, que le da protección y aislamiento natural. Una vez acabada, Tony estuvo luchando junto a su pareja Jane en conseguir permiso, incluso estuvieron a punto de demolerla. Pero cambiaron de opinión tras ver el apoyo popular conseguido. Desde el 2008 una comisión votó a favor de darles un permiso condicional por tres años.
Esta casa redonda costó unas £3.000 (3.662€), tiene un diámetro de 6,5m, y está en consonancia con el estilo de vida de la familia, que afirma conseguir de la tierra casi el 70% de lo que necesita. Esta pareja cultiva su propia comida, hace artesanía con madera de derribo que luego venden, su agua es potable (de un manantial de montaña) y la calientan con una estufa de leña. Wrench ha escrito un libro titulado Building a Low Impact Roundhouse que se vende en Amazon.
Más información sobre la Roundhouse: en su página web.