Atsushi Shimizu es un ingeniero japonés que se propuso crear un aerogenerador que pudiera funcionar cuando hay fuertes vientos. Inventó Challenergy, la primera turbina de huracanes del mundo. La energía de un tifón, dice su inventor, podría alimentar Japón durante 50 años.
La primera turbina de huracanes del mundo
Hasta ahora, cualquier aerogenerador además de producir electricidad a partir de una velocidad mínima de viento, también deja de hacerlo cuando la velocidad supera cierto límite. En esas condiciones desfavorables la turbina se desconecta de la red, y toma medidas para evitar dañarse. Generalmente eso se hace adoptando otra posición de las aspas.
Según explican aquí (Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico) para un huracán maduro, «la cantidad de energía cinética (viento) liberada equivale a la mitad de energía eléctrica generada en todo el mundo». Por este motivo existe gran interés en sistemas que logren apropiarse del máximo de energía posible durante esas condiciones meteorológicas.
Shimizu creyó en esa posibilidad, y de ahí surgió este aerogenerador con rotores cilíndricos verticales. Su diseño también se aprovecha del efecto magnus, fenómeno que explica el cambio de trayectoria de un objeto cuando también está rotando (ejemplo de un balón de fútbol). Este efecto aporta a Challenergy un nivel sin precedentes de control, ya que es posible ajustar la velocidad de sus «palas», con el fin de asegurarse que no giren en exceso durante una tormenta.
Esta turbina tiene el diseño y la robustez suficientes como para soportar vientos de un tifón. Solo en el 2016, Japón fue visitado por seis de ellos. Es por tanto un lugar en el mundo con un gran potencial de energía eólica que no se aprovecha. Por eso esta turbina de huracanes consiguió llamar la atención de muchos medios nipones.
Ya se instaló un prototipo en la Prefectura de Okinawa Nanjo. Se pretende que pueda se instalado también en el estadio olímpico para Tokio 2020.
A partir de una publicación en CNN.