Los aviones están hechos con materiales de calidad, y muy ligeros. Además tienen que resistir duras condiciones. Cuando son retirados, sus motores y electrónica se reutilizan en nuevos aparatos, pero la mayoría de la chatarra acaba acumulándose en desiertos de todo el mundo. A la gente de DappR se le ocurrió que era posible crear Aeropods, unos cobertizos de aluminio, a partir del fuselaje de estos aviones.
Cobertizos Aeropods
El resultado es un pequeño edificio de una apariencia bastante interesante. Está completamente aislado y acabado para que se pueda instalar en el jardín de una casa, o en una parcela en el campo. Se puede utilizar como espacio de evasión, como un lugar de trabajo, de entretenimiento, etc.
En DappR aseguran que además de venir con una instalación eléctrica, estos modernos cobertizos pueden llevar incorporada una instalación de fontanería. También disponen de calefacción por suelo radiante, así como una amplia gama de acabados, tanto en el interior como en el exterior. Se podría quitar todo el revestimiento de fuera, y dejar a la vista el fuselaje original de aluminio, con un acabado muy pulido.
Para realizar estas transformaciones se emplean elementos del modelo Airbus A320 y del Boeing 737. Son cortados con precisión, manteniendo el arriostramiento del piso original, todo el fuselaje, y su capa de material aislante. Después se añade un muro trasero (debidamente aislado) y un frontal acristalado con puertas de vidrio de baja emisividad térmica.
Cierto es que un módulo de estos Aeropods no da para mucho. Incluso habiendo trucado la escala del sillón Eero Aarnio (de 1963) que se ve en el siguiente renderizado. Pero se pueden juntar varios de ellos para componer estructuras más espaciosas.
Estos cobertizos de aluminio son producidos por la firma DappR. Está especializada en todo lo que suponga el reciclado de la chatarra procedente de aviones fuera de servicio, generalmente para crear obras de arte, muebles únicos, y ahora estos Aeropods prefabricados.