Este post trata de unos estudios que examinan las corrientes de aire del hemisferio sur. Esos trabajos lo realizaron unos meteorólogos de la Universidad de Columbia, que sospechaban que el agujero de la capa de ozono de la Antártida podría estar colaborando en el calentamiento global del planeta. Este fenómeno está relacionado con la alteración de los patrones de viento y nubes. Las cambios descubiertos por los científicos afectan a la cantidad de radiación solar reflejada por las nubes, contribuyendo así en dicho calentamiento.
Los expertos emplearon modelos informáticos para estudiar el impacto del agujero de ozono sobre las corrientes de aire de la Antártida. De esos análisis se desprende que los vientos empujan las nubes más cerca del Polo Sur. Con este cambio, se altera también la cantidad de luz solar que es reflejada por las nubes. Eso nos lleva a un planeta un poco más cálido, según los científicos. Se estima que la influencia del agujero de ozono supone un aumento de 1 vatio por metro cuadrado de la energía que puede llegar al suelo. El efecto es aún muy pequeño, si lo comparamos con las emisiones de gases de efecto invernadero.
El estudio también ayudará a unas mejores predicciones meteorológicas en todo el hemisferio sur.
Más información en un artículo publicado en Livescience. Foto de Eli Duke.