La electricidad producida por paneles fotovoltaicos no es tan limpia como creímos. Paradójicamente, los paneles están fabricados con materiales tóxicos, como el cadmio o el plomo. Es por ello que científicos de la Universidad RMIT (Melbourne), en colaboración con investigadores de la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología, trabajan para conseguir células solares baratas que estén libres de sustancias tóxicas.

Micrografía electrónica de nanocristales
Esta investigación en celdas solares de nueva generación se centra en el bajo coste. Para ello emplea nanotecnología y elementos de baja toxicidad (cobre y antimonio), con el fin de producir paneles que puedan satisfacer la necesidades del mercado. El equipo descubrió la manera de sintetizar tetraedrita y famatinita cobre sulfuro de antimonio en nanocristales, que tienen un color negro-marrón, y capacidad de absorber la luz visible y cercana a la infrarroja.
La parte más positiva es que el equipo de investigación confirmó que estos nanocristales pueden llegar a imprimirse, a un bajo coste, en láminas fotovoltaicas delgadas.

Paneles fotovoltaicos. Foto Mojo Mike.
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