Durante un congreso de la Asociación de Químicos de los EE.UU., el doctor Daniel Nocera presentó el proyecto de hoja artificial. Estaba realizada con materiales de bajo coste, capaz de producir energía a partir de la luz solar y el agua. Aunque esta hoja no se parece en nada a la hoja de un árbol, resultó un paso más en el aprovechamiento de la energía solar.
La hoja artificial del equipo de Nocera está hecha con silicio, determinados componentes eléctricos y catalizadores que, provocando ciertas reacciones, utiliza la luz del sol para descomponer la molécula del agua. Con el hidrógeno y oxígeno resultante se consigue una pila de combustible para generar electricidad.
La búsqueda de la hoja artificial no es algo nuevo, pero el mérito de este método está en su estabilidad y durabilidad. El equipo científico logró 45 horas seguidas de funcionamiento en laboratorio. Otra gran ventaja de esta hoja artificial es su bajo coste de producción. La imagen de depósitos de agua puestos al sol para dar electricidad a las viviendas, podría ser una realidad algún día.
Los científicos ahora se centran en aumentar la eficiencia y la duración de este material fotosintético, para luego dar el paso a un producto comercial. Es algo muy prometedor.
Visto en PopSci. Fotografía de MJ Snapz.
Realmente prometedor, y en lo que hay que confiar.
Si muchas de estas iniciativas, que están saliendo a la luz en estos momentos, hubiesen sido más apoyadas hace años, no estaríamos en la situación en que nos encontramos, y lo peor en la que nos vamos a encontrar, en un futuro cercano.