La startup Sunflare consiguió desarrollar una celda solar CIGS (cobre, indio, galio, seleniuro) que es flexible, bastante eficiente, y a un precio asequible. Para su fabricación, esta compañía creó la tecnología patentada Capture4. El resultado es una célula fotovoltaica flexible, que se instala casi en cualquier superficie, y sin la necesidad de marcos metálicos.