No todas las viviendas de auto-construcción tienen por qué ser de madera, ni tan diminutas. La Casa Mía, está ubicada en Santo Tomé (Argentina), alcanza los 36m2, y es un espacio de vida hecho con muy pocos elementos. Resumidamente se podría también titular como: industrialización, reciclado, y naturaleza.
Para su construcción se emplearon materiales industriales que fueran fáciles de manejar e instalar. Su estructura está formada por perfiles metálicos, con dimensiones apropiadas para que los módulos de acabados interiores (paneles de yeso y madera) encajaran en ella. Esto redujo considerablemente la cantidad de residuos. También se emplearon muchos materiales reciclados, como los palés utilizados para formar la terraza, o el suelo de parquet del interior. Todo esto hizo que el presupuesto se redujera bastante. Pero el mayor ahorro vino de la mano de obra. En la construcción de la Casa Mía trabajaron familiares y amigos, empleando herramientas sencillas.
Por dentro es un espacio que reúne las funciones básicas de un hogar. Tiene una sala que contiene la cocina, comedor, y un escritorio, además de una habitación en un extremo para el dormitorio. Hay un cuarto de baño entre ambos espacios. Un detalle importante también lo encontraremos en el mobiliario, dándole continuidad a los muebles de la cocina.
Este proyecto es un trabajo del arquitecto Matías Pons Estel. Fotos de Federico Cairoli.