Científicos de la Universidad de Harvard desarrollaron una batería de flujo que apenas pierde capacidad de carga, y que se fabrica con materiales más baratos. Esta nueva batería recargable líquida tiene dos soluciones acuosas, en pH neutro. Utiliza electrolitos de ferroceno y viológeno. Pierde el 1% de su capacidad a los 1.000 ciclos, y no es tóxica, por lo que podría tener también aplicaciones domésticas.
Un equipo de investigación de Harvard ha desarrollado un módulo inspirado en el origami snapology, con el que crear estructuras deformables y programables. Este módulo se compone de 24 caras y 36 aristas, y puede cambiar su forma gracias a unos dispositivos que manipulan sus bisagras. Muchos de esos módulos pueden crear estructuras con aplicaciones sorprendentes en arquitectura e ingeniería.