La innovación de la Universidad de Drexel, BioFiber, promete revolucionar la construcción con hormigón autorreparable, abordando el mantenimiento y las preocupaciones medioambientales. Este aditivo integra endosporas en una matriz de hidrogel. Se activa con las grietas, permitiendo que el hormigón se repare a sí mismo, apuntando hacia construcciones más duraderas y sostenibles. Este avance, junto a investigaciones similares, reduce el impacto ambiental de reparaciones. Además encamina la construcción hacia una economía circular y acerca la realidad de un hormigón autorreparable.