Unos científicos han conseguido un método para reciclar plástico y conseguir un combustible similar al diésel, pero mucho más limpio. El proceso consiste básicamente en fundir polietileno y luego reorganizar sus moléculas en algo útil, en este caso un combustible líquido y ceras. Los investigadores deben superar ahora una serie de inconvenientes para hacer que el proceso sea económicamente viable.