La compañía Lignacite, en colaboración con Carbon8 Aggregate, ha sido capaz de producir un bloque de construcción que tiene un balance negativo de carbono. Es un material para mampostería que en su fabricación captura más dióxido de carbono que el que emite a la atmósfera, empleando más de un 50% de materiales reciclados, agua, arena, cemento, y CO2.