Este proyecto está situado en Costa da Morte (España). Es otra manera de realizar con cierta rapidez un original refugio de hormigón. Sólo hizo falta escoger un bonito lugar donde excavar un hoyo, fardos de heno, y los medios humanos y mecánicos para hormigonar por capas. Al mismo tiempo se fue creando con el heno el espacio que luego debía quedar vacío. El nombre no podía ser más apropiado: La Trufa.
Como demuestra el vídeo, se empleó la tierra excavada como encofrado exterior, y los bloques de heno para el interior. Una vez retirada la tierra y cortado con una máquina de cantera las partes necesarias para los huecos (ventana, puerta, lucernario), solo faltaba vaciar el material interior. Para ello se estuvo alimentando durante un año a un becerro con los 50m3 de heno.
El refugio está acondicionado con cuarto de baño, con el termo eléctrico y el inodoro escondidos en un mueble bajo el lavabo. Tiene espacio suficiente para una amplia cama, sofá, y una pequeña hornacina para almacenaje. En el lado que tiene mejores vistas se ha colocado una gran ventana, y sobre la ducha hay un lucernario. Lógicamente durante su ejecución se fueron dejando también los tubos de las instalaciones, pero en general, la planificación fue sencilla.
Haría falta poner alguna pantalla que evitara que el agua de la ducha y lavabo salpicara a la cama. También se le podría añadir alguna fuente de energía renovable que recuperara la huella de carbono del hormigón masa utilizado. Eso sí, el exterior es perfecto, se integra con el paisaje de la misma manera que una roca.
La Trufa es un proyecto del arquitecto Antón García-Abril. Fotografías de Roland Halbe.
Pues siento decir que a mí me parece un «bluff». He intentado argumentar por qué en una entrada de mi blog. Adjunto el enlace por si a alguien le interesa echarle una ojeada:
http://bailarsobrearquitectura.wordpress.com/2013/10/03/la-trufa/
Saludos,
Iago López